Por Rolando Hompanera.-
Sobran los motivos para confiar en el equipo de la CAI. Por técnica de los jugadores que se desempeñan de mitad de cancha hacia adelante, por el soberbio trabajo defensivo que muestran sus centrales, por la garra de los volantes, y por la capacidad de su entrenador, un motivador nato.
Sin embargo, las frías estadísticas parecen hacer un rodeo sobre el cuello de los protagonistas. El equipo se encuentra en zona de descenso directo. Y debe enfrentar nada menos que a Belgrano y Rosario Central de visitante, y a San Martín de Tucumán y Atlético Rafaela, de local, en los próximos cuatro compromisos. Todos equipos de pasado cercano en Primera División.
Las miradas de los hinchas y de la prensa le perforan la nuca a Matías Soto Torres, que se encargó de dilapidar nada menos que seis oportunidades claras en el último compromiso, y sobre el arquero Pablo Burtovoy, que no brinda la seguridad que un equipo con estos condicionantes necesita.
Mucho champú debe estar utilizando Jorge Vivaldo para mantener activos todos los elementos motivacionales en sus jugadores, para no dejarlos bajar los brazos. Es cierto, el camino está cada vez más cuesta arriba. Está a trece puntos del equipo que lo antecede en la tabla de promedios. Pero sigue dependiendo de sí mismo para revertir la situación.
Habrá que esperar para saber como está el "Mecha" Luis Rodríguez, que salió lesionado en el último juego, y si llega en condiciones el paraguayo Villalba para ingresar entre los titulares en lugar quizás de Malcorra, que no aparece en toda su dimensión.
Apenas se convirtieron tres goles en cuatro partidos y la mirá parece estar desalineada en los encargados de concretar las oportunidades que se generan. Pero está claro que las condiciones técnicas de los jugadores, y la capacidad de su entrenador son las adecuadas como para cambiar el destino que parece predeterminado.
Confiemos, porque el equipo ofrece varios motivos para poder creer en un futuro mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario