miércoles, 29 de septiembre de 2010

Gimnasia debería pelear entre los ocho mejores

Tribuna repleta de hinchas de Gimnasia.
Por Rolando Hompanera.-

A la hora de hacer un análisis de la realidad de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia y de las posibilidades de concretar las expectativas que mantienen sus hinchas de cara al inicio de la Liga Nacional de Básquet, hay que prestar debida atención a algunas cuestiones básicas.
En primer lugar hay que dedicar una pequeña referencia al cuerpo técnico con el que cuenta el elenco petrolero de cara a la próxima temporada. Nicolás Casalánguida será su técnico. Se trata ni más ni menos que del asistente de la selección argentina de básquet en el último mundial. Y está asistido por Roberto Martínez, hombre que cuenta con un gran bagaje de conocimientos "naranjas". Casi se puede decir que vive y respira básquet.
Una pequeña señal de alarma presenta el preparador físico, encargado de la puesta a punto de los jugadores, teniendo en cuenta que en apenas cinco semanas de trabajo se le lesionaron Joel Comba y Diego Romero. Y no se trata justamente de uno de los planteles más largos de la Liga.
En tanto, nombre por nombre, podemos decir sin temor a equivocarnos que Gimnasia cuenta con un buen equilibrio entre la experiencia de algunos de sus jugadores, con la juventud y ambición de aquellos que están dando sus primeros pasos en esta competencia.
Cuenta con tres americanos, que son practicamente la columna vertebral del equipo. Un base de la jerarquía de Gerald Brown, que puede descansar tranquilamente en Agustín Carabajal, porque ha respondido cada vez que se lo exigió.
Hakeem Rollins, que ha demostrado capacidad suficiente como para ponerse el equipo al hombro durante la temporada pasada, aunque no haya tenido una buena Copa Argentina.
Y Lawrence Abney, que en este pequeño lapso ha dado a conocer una elasticidad notable para capturar rebotes, además de una interesante producción en ofensiva.
Por último, desde el perímetro tanto Maximiliano Maciel, Mariano Franco y Federico Mansilla dan ciertas garantías. Mientras que desde la línea, Fernando Funes tiene porcentajes muy interesantes.
Si bien es cierto que parece estar un escalón por debajo de algunos equipos como el último campeón, Peñarol de Mar del Plata, prestando atención a todos estos elementos, todo hace presagiar que no debería tener problemas en meterse entre los ocho que pelearán en la instancia final de competencia.

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