jueves, 28 de octubre de 2010

El "Globito" se despachó con una goleada ante Laprida para alejarse más en la punta

Barrera y Moretta disputan el balón (Foto: El Patagónico).
Huracán goleó 8-0 a Laprida en un encuentro pendiente de la décima fecha del torneo Clausura de la Liga de Comodoro Rivadavia, disputado esta tarde en el estadio "César Muñoz" del barrio Industrial.
Los goles del encuentro fueron de Sebastián Bonfilli, que marcó en tres oportunidades, Nicolás Giorgio, que hizo dos, Pablo Romano y Juan Cruz Hernández. Mientras que Gustavo Valeriano, en contra de su propia valla sentenció el juego.
El primer tanto llegó cuando apenas se jugaban 10 minutos gracias a un certero cabezazo de Juan Cruz Hernández, en el corazón del área. A los 26 minutos Sebastián Bonfilli marcó de cabeza luego de un centro de Giorgio. Cerca de los 40 anotó Pablo Romano, después de recibir en posición dudosa. Y cuando se jugaban dos minutos de adición Giorgio recibió por izquierda y remató cruzado sin dudar para establecer la cuarta diferencia.
Como si fuera poco, a los 6 minutos del complemento, el defensor de Lapirda, Gustavo Valeriano, quiso asistir a su arquero pero lo colgó y marcó el quinto de Huracán.
A los 11 minutos fue el turno una vez más de Giorgio, que tras centro de Romano marcó de cabeza.
Tres minutos más tarde Bonfilli tocó suave a un costado del arquero, luego de recibir por izquierda y convirtió.
Finalmente, cuando recién se disputaban 21 minutos Bonfilli se encontró con la pelota después de una enorme jugada de Iván Calfú, que recién había ingresado. Con apenas minutos en cancha, El volante desparramó defensores y casi deja en el camino al arquero, que alcanzó a tocarla con la punta de los dedos para dejarsela servida a Bonfilli, que no tuvo más que empujarla.
El "Topo" Márquez le pidió a sus jugadores que tocaran lateralmente y que bajaran el ritmo, porque ya era suficiente. Así y todo, Huracán tuvo tres más como para aumentar. Laprida también tuvo esporádicas ocasiones, pero no tuvo capacidad para definir.

Un Dato: El árbitro, Raúl Brizuela se olvidó del minuto de silencio. Se jugaban más de 30 segundos cuando el línea se lo recordó. Y el hombre de negro no tuvo mejor idea que parar el partido y reiniciarlo con un minuto de silencio.

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